El desorden de identidad de la integridad corporal provoca en el individuo afectado un irresistible deseo por amputarse una o más extremidades sanas del cuerpo. No obstante, el desorden de identidad de la integridad corporal no envuelve solamente la amputación. Se trata de alterar significativamente la integridad del cuerpo.
Se sienten incompletos con sus cuatro extremidades y se alivian después de la amputación. Saben exactamente qué parte de qué miembro debe ser cercenada para calmar su sufrimiento. El pedido más común es la amputación sobre la rodilla de la pierna izquierda.
Algunas personas sienten el deseo de convertirse en paralíticas, ciegas, sordas, o usar dispositivos ortopédicos por lo que pueden fingir ser amputados al utilizar muletas y sillas de ruedas.
Este trastorno no debería confundirse con la acrotomofilia, que es el deseo sexual por alguien que ya tiene algún miembro amputado. Aunque parece haber alguna relación entre los dos desórdenes, habiendo individuos que padecen ambos.
Si se descubre que la principal motivación de los pacientes con BIID es tener alguna discapacidad, este trastorno podría considerarse como una forma del síndrome de Munchausen.
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