domingo, 26 de abril de 2015

Trastorno del desarrollo: AUTISMO

El autismo es el más conocido de los trastornos generalizados del desarrollo (TGD), también denominados por esta razón trastornos del espectro autista (TEA). Es un trastorno neuropsiquiátrico que presenta una gran variedad de manifestaciones clínicas, afectando de forma diversa y con distintas intensidades a cada individuo, lo cual quiere decir que dos personas con el mismo diagnóstico pueden comportarse de forma diferente.

Dicho trastorno se presenta a nivel mundial en una media de entre 3 y 6 niños de cada 1.000, existiendo un mayor número de posibilidades de aparecer en varones.

Habitualmente las causas del autismo son desconocidas, aunque en muchos casos se sospecha que se debe a cambios o mutaciones en los genes. Han tenido lugar investigaciones científicas que han relacionado la aparición del autismo con las siguientes causas:
  •            Agentes genéticos: tras estudios con mellizos y familias completas, dichas investigaciones han establecido la relación directa entre la inhibición del gen de la neuroligina LN1 y el desarrollo de autismo, aunque se sabe que hay más genes implicados.
  •       Agentes neurológicos: se han constatado alteraciones en las áreas que coordinan el aprendizaje y la conducta.
  •        Agentes bioquímicos: se han determinado alteraciones en los niveles de ciertos neurotransmisores, como la serotonina y el triptófano.
  •       Agentes infecciosos y ambientales: existen determinadas infecciones o exposiciones a ciertas sustancias que durante el parto pueden provocar malformaciones o alteraciones del desarrollo del feto, las cuales tras el parto, pueden generar trastornos como el autismo.
No es fácil reconocer a los niños que padecen dicho trastorno, pero existen algunos síntomas que hacen sospechar de su existencia. Entre los principales encontramos una interacción social deficiente (el paciente se muestra indiferente a su entorno, aislándose de los demás), carencia de empatía (el paciente presenta dificultades para interpretar la situación emocional de las personas de su entorno), dificultad para la comunicación (tanto verbal como no verbal), ansiedad, trastornos del sueño, incapacidad de autoreconocimiento, retraso mental, etc. Tal y como hemos dicho anteriormente, los síntomas del autismo pueden variar de forma significativa, no solo de una persona a otra sino de un mismo paciente durante el transcurso del tiempo.

Como es habitual en este tipo de trastornos, no existe ninguna cura. Todas las terapias están enfocadas a la disminución de los síntomas y a la mejora de la calidad de vida del paciente. Existen investigaciones en las cuales se ha demostrado que a partir de terapias asistidas con animales (como perros o caballos) se obtienen grandes beneficios.

A continuación dejo un vídeo donde se ilustra de forma gráfica como percibe el mundo una persona con autismo.

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