domingo, 5 de abril de 2015

Trastorno adaptativo: CON ESTADO DE ANIMO ANSIOSO

El trastorno adaptativo con ansiedad, suele producirse cuando en la vida de la persona se presentan estímulos estresantes por ejemplo una ruptura, problemas económicos, crisis en los diferentes ámbitos de la persona, catástrofes naturales, entre otras situaciones que pueden generar ansiedad.

Para la mayoría de las personas, cuando se producen en su vida cambios que generen situaciones de estrés, como las causas enumeradas anteriormente, provocan alteraciones emocionales en las personas. La diferencia que existe entre las persona que padecen este trastorno y las que no, es que los síntomas permanecen en las personas  meses después de la desaparición del estímulo estresante.

Los principales síntomas que aparecen son una respuesta emocional más extrema y radical de lo esperado y un deterioro en la vida de las personas, empiezan a eliminar de su vida algunos lazos familiares, dejan de practicar actividades que practicaban habitualmente… Estos síntomas no suelen persistir más de seis meses desde que el estímulo estresante desaparece.

Según varios estudios, existen grupos de personas con una mayor facilidad para padecer dicho trastorno, esas personas tienen retraso mental, trastornos de personalidad, presencia de antecedentes de otros trastornos ansiosos, bajo nivel sociocultural y económico y antecedentes de violencia infantil.


En este subtipo de trastorno adaptativo, el nerviosismo es uno de los síntomas más importante, el insomnio, la falta de apetito, dolores constante y el cansancio suelen presentarse en la mayor parte de los casos clínicos

Entre el 5 y 20% de la población ha sido diagnosticada de este trastorno. Ambos géneros son propensos a este trastorno, aunque quizás se presente en una mayor medida en mujeres, aunque la diferencia no es muy dispar. En ocasiones, los adolescentes presentan este trastorno, suelen ser causados por divorcio de padres o cambios bruscos en su vida, como mudarse a otra ciudad. En personas más mayores, este trastorno también se presenta, hay casos en los que la propia jubilación puede ser la causa de este trastorno.

Hay especialistas que son partidarios de no intervenir en este tipo de trastornos dejando que el paciente se recupere con normalidad. Esta decisión suele tomarse al inicio del trastorno, cuando el estímulo estresante es muy reciente, se prefiere que las personas sean capaces de sobrellevar ellas mismas el problema. El hecho de no intervenir puede incluso beneficiar al paciente a la hora de motivarse, superar este trastorno ayuda a generar más confianza en sí mismo, aumento de autoestima, entre otros factores.

Pero si los síntomas se mantienen a lo largo del tiempo y no disminuyen su intensidad, existe la necesidad de intervenir, ya que la ansiedad puede desembocar en otros problemas psicológicos que pueden llevar a causarse dolor, agresión a otras personas o incluso el suicidio.


Lo más importante en la intervención sería la eliminación de los factores estresantes, sería necesario eliminarlo o disminuirlo al máximo. Es importante también demostrarle al paciente que tiene la capacidad de superarlo por sí mismo, ayudar al paciente a tomar una perspectiva diferente de su vida y de la situación. En muchas ocasiones se recurre a técnicas de  relajación y en ocasiones recurrir a otros especialistas especializados en otros campos capaces de disminuir el estresor, por ejemplo, en una crisis matrimonial se podría acudir a terapia de pareja.

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