La erotomanía o el trastorno de Clerambault es un trastorno
en el que el sujeto desarrolla la convicción delirante de que es amado por otra
persona. Esta creencia hace que los afectados lleguen a pensar que la persona
amada intenta comunicarse con ellos mediante un lenguaje secreto, lo cual puede
ser una simple mirada que en realidad no signifique nada.
Los erotómanos piensan que el ser amado es quién trató de
iniciar la relación, a pesar de que generalmente, es muy poco o ninguno el
contacto que tiene con el sujeto. Las personas que sufren dicho trastorno no
son capaces de interpretar las señales de rechazo.
El objeto de la ilusión puede no existir en la realidad,
aunque por lo general suelen ser personas que aparecen en los medios de
comunicación, como cantantes, actores y políticos.
La erotomanía tiene dos vertientes, la primaria o pura, caracterizada
por presentar el delirio como patología única, y la secundaria, la cual presenta
un abanico más amplio de delirios.
El término erotomanía se usa en ocasiones con un sentido
menos clínico, refiriéndose a la búsqueda excesiva de amor o sexo e incluso a
la preocupación por los mismos.
Los delirios erotomaníacos se hallan como síntomas del
trastorno delirante o en el contexto de la esquizofrenia.
Respecto al tratamiento de este trastorno podemos decir que
se fundamenta en dos principios: la medicación antipsicótica y la psicoterapia.
Sin embargo, hay que tener especial cuidado con el segundo ya que al ser tratamientos
a largo plazo se puede provocar un cambio de fijación del objeto hacia el
terapeuta, especialmente si es del sexo opuesto.
Como ejemplos de este trastorno encontramos dos capítulos de
la serie “Mentes criminales”, donde podemos comprobar que el asesino y el secuestrador
lo padecen, obligándoles a hacer lo posible para llegar a su objeto de deseo.
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