El TDAH es un trastorno neurobiológico que se presenta durante la
infancia e implica déficit de atención, hiperactividad y en algunos casos
agresividad, este último se debe a la falta de control.
Basados en estudios neurológicos, los niños con este trastorno,
pueden presentar alteraciones en la zonas de percepción visual, en la
coordinación motora y lateralidad cruzada o ambidiestra, es decir, uno de
hemisferios está más especializado para unas funciones que para otras, por
ejemplo, ser zurdo de mano y diestro de pie; o que tienen habilidades con
ambas partes del cuerpo.
En muchos de los casos de niños con este trastorno, tras diversas
investigaciones, algún antecedente familiar, o varios han presentado cuadros de
agresividad, falta de atención, trastornos antisociales, entre otras
patologías.
El principal problema para el diagnostico de este trastorno, es la
dificultad para diferenciar una conducta normal de un niño y la existencia de
dicha patología. Para que se diagnostique el TDAH, las conductas de la falta de
atención, la hiperactividad y la impulsividad de las personas tienen que
ser muy exageradas con respecto a las personas de su misma edad, estos síntomas
se tienen que presentar a una edad temprana, siempre antes de los 12 años, este
trastorno tiene que afectar al menos a dos ámbitos de la vida del niño, por
ejemplo el escolar y el familiar o el social y el escolar...; además esta
patología tiene que deterior la calidad de vida y no tiene que ser causado por
ningún problema médico o tóxico.
En la vida cotidiana, los niños con este problema presentan bajos
resultados en el colegio, no se pueden mantener durante mucho tiempo en una
misma posición, actúan sin pensar, se distrae por estímulos irrelevantes o se
le olvida realizar diversas tareas cotidianas como lavarse los dientes o
incluso vestirse.
se habla principalmente el TDAH en los niños, porque a lo largo de
la vida, se va reduciendo este trastorno y se presenta de manera inferior en
los adultos, lo cual no quiere decir que no se presente.
Actualmente la psicología se centra en diversos focos de
intervención que son las consecuencias de los comportamientos inapropiados,
identificar los factores que crean incomodidad, descubrir los potenciales y las
posibilidades de la persona, desarrollar competencias, darle valor a sus
acciones y tratar de incrementar las situaciones que generen éxito para la
persona y evitar las de fracaso.
La principal función de la terapia para el TDAH es la supresión de
los problemas asociados a la patología y favorecer así a su calidad de
vida.
Los padres en el tratamiento son esenciales, su apoyo y su
positividad van a ser esenciales para el progreso del niño. La terapia va a
depender del propio profesional, él instalará los ejercicios y los diferentes
métodos dependiendo del niño.
En muchas ocasiones se utiliza la relajación para controlar la
conducta agresiva e impulsiva, además se llevan a cabo juego con ellos de los
cuales ellos mismos van a ser capaces de extrapolar los diferentes ámbitos, van
a tratar también los cambios conductuales con el refuerzo positivo o negativo,
el tiempo fuera o la economía de ficha.
Este trastorno afecta entre un 5% y un 10% a la población
infantil. En la edad adulta disminuye en un 60% . En el 55% de los casos, tiene
graves repercusiones en la vida de los niños.
En los adultos, las rutinas son muy importantes, para que no se
olviden cosas esenciales; realizar pausas para mejorar el nivel de atención y
realizar el trabajo de manera ordenada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario