El trastorno adaptativo con ansiedad, suele producirse
cuando en la vida de la persona se presentan estímulos estresantes por ejemplo
una ruptura, problemas económicos, crisis en los diferentes ámbitos de la
persona, catástrofes naturales, entre otras situaciones que pueden generar
ansiedad.
Para la mayoría de las personas, cuando se producen en su
vida cambios que generen situaciones de estrés, como las causas enumeradas
anteriormente, provocan alteraciones emocionales en las personas. La diferencia
que existe entre las persona que padecen este trastorno y las que no, es que
los síntomas permanecen en las personas meses
después de la desaparición del estímulo estresante.
Los principales síntomas que aparecen son una respuesta
emocional más extrema y radical de lo esperado y un deterioro en la vida de las
personas, empiezan a eliminar de su vida algunos lazos familiares, dejan de
practicar actividades que practicaban habitualmente… Estos síntomas no suelen
persistir más de seis meses desde que el estímulo estresante desaparece.
Según varios estudios, existen grupos de personas con una
mayor facilidad para padecer dicho trastorno, esas personas tienen retraso
mental, trastornos de personalidad, presencia de antecedentes de otros
trastornos ansiosos, bajo nivel sociocultural y económico y antecedentes de
violencia infantil.
En este subtipo de trastorno adaptativo, el nerviosismo es uno de los síntomas más importante, el insomnio, la falta de apetito, dolores constante y el cansancio suelen presentarse en la mayor parte de los casos clínicos
Hay especialistas que son partidarios de no intervenir en este tipo de trastornos dejando que el paciente se recupere con normalidad. Esta decisión suele tomarse al inicio del trastorno, cuando el estímulo estresante es muy reciente, se prefiere que las personas sean capaces de sobrellevar ellas mismas el problema. El hecho de no intervenir puede incluso beneficiar al paciente a la hora de motivarse, superar este trastorno ayuda a generar más confianza en sí mismo, aumento de autoestima, entre otros factores.
Pero si los síntomas se mantienen a lo largo del tiempo y no
disminuyen su intensidad, existe la necesidad de intervenir, ya que la ansiedad
puede desembocar en otros problemas psicológicos que pueden llevar a causarse
dolor, agresión a otras personas o incluso el suicidio.
Lo más importante en la intervención sería la eliminación de
los factores estresantes, sería necesario eliminarlo o disminuirlo al máximo.
Es importante también demostrarle al paciente que tiene la capacidad de
superarlo por sí mismo, ayudar al paciente a tomar una perspectiva diferente de
su vida y de la situación. En muchas ocasiones se recurre a técnicas de relajación
y en ocasiones recurrir a otros especialistas especializados en otros campos
capaces de disminuir el estresor, por ejemplo, en una crisis matrimonial se
podría acudir a terapia de pareja.
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