El trastorno explosivo intermitente (abreviado TEI) es un trastorno del comportamiento caracterizado por
expresiones extremas de enfado, a menudo hasta el punto de rabia incontrolada.
Las personas con este trastorno se pueden
atacar a ellos mismos o a otras personas. Los arrebatos por lo general no
suelen durar más de 30 minutos y durante la persona suele estar irritable,
impulsivo, agresivo y enfadado. Tras el episodio de rabia suelen sentir
depresión, fatiga o alivio.
Algunos síntomas de este trastorno son:
- Irritabilidad
- Aumento de la energía
- Rabia
- Pensamientos acelerados
- Hormigueo
- Temblores
- Palpitaciones
- Opresión en el pecho
- Sensación de presión en la cabeza
Algunas causas que pueden ser precursoras del desarrollo de esta enfermedad
son el entorno, la genética y la química del cerebro (serotonina). Suele
aparecer durante la adolescencia o sobre los 20 años y por lo general los
hombre son más propensos a desarrollarlos que las mujeres.
El tratamiento para este trastorno generalmente incluye la psicoterapia y
la medicación. Respecto a la psicoterapia se utiliza terapia individual, en
grupo o la terapia cognitivo-conductual que enseña a este tipo de personas cómo
manejar la ira y el control de las respuestas inadecuadas utilizando técnicas
tales como técnicas de relajación, pensar de manera diferente acerca de las
situaciones (reestructuración cognitiva) y el aprendizaje de habilidades de
afrontamiento.
Respecto a los tratamientos que se
suelen utilizar para tratar este tipo de trastorno son:
- Antidepresivos, como la fluoxetina y otros
- Anticonvulsivos, como carbamazepina, la oxcarbazepina, fenitoína, topiramato y la lamotrigina
- Agentes anti-ansiedad en la familia de las benzodiazepinas, como el lorazepam y el clonazepam
- Estabilizadores del humor, como el litio
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