En ocasiones, el normal desarrollo de la personalidad se ve
alterado por un hecho que provoca un trauma o por un ambiente inadecuado para
el desarrollo de un niño. Estos factores de riesgo pueden desembocar en un
trastorno de la personalidad paranoide, el cual puede llegar a acompañar al
paciente durante toda su vida si no se trata.
Este trastorno se define como una alteración de la
personalidad en la que se dan episodios paranoides, es decir, momentos en los
que el individuo siente mucha desconfianza y recelo hacia los demás, interpretando
dichas situaciones como perjudiciales para su persona (ejemplo: “me van a
estafar”, “quieren tomarme el pelo”…). Esto no supone que el paciente vaya a
estar exhibiendo este comportamiento de forma permanente, sino que presenta
episodios en momentos concretos. Es importante señalar que cualquiera de
nosotros puede sufrir un episodio de este tipo sin padecer necesariamente un
trastorno en la personalidad. El problema surge cuando estos incidentes
aparecen de forma habitual y reiterada.
En el trascurso de estos episodios se van a manifestar algunos
de los siguientes síntomas (entre otros):
- Preocupación excesiva sobre los sentimientos de lealtad de sus amistades y compañeros.
- Excesiva falta de confianza en los demás.
- Sospecha de infidelidad de la pareja sin ningún motivo.
- Aislamiento social.
- Admiración por las personas que tienen poder.
- Problemas de salud avanzados.
- Hipersensibilización ante los comentarios ajenos sobre él.
- Etcétera.
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