domingo, 29 de marzo de 2015

Trastornos somatomorfos: POR DOLOR

El trastorno somatomorfo consiste en un dolor tan intenso que puede llegar a alterar la vida cotidiana de la persona. Lo más curioso es que este dolor es real, sin deberse a ninguna causa física. Se piensa que se debe a problemas psicológicos.

En el pasado se creía que estaba relacionado con el estrés emocional, asegurando que se encontraba “todo en la cabeza”. Sin embargo, con el paso del tiempo se ha encontrado que estos pacientes entran en un ciclo difícil de romper en el que la preocupación aumenta de cierta manera dicho dolor. A medida que avanzan las investigaciones, se tiene más claro que el bienestar emocional desempeña un papel importante en el inicio, la gravedad, la exacerbación y la persistencia del dolor.

El principal síntoma de este trastorno es un dolor crónico localizado en una o más partes del cuerpo que puede durar varios meses (incluso años) y que limita las relaciones interpersonales, el trabajo y muchas otras actividades de la persona. Con frecuencia, los pacientes están muy preocupados, e incluso estresados, por su dolor.

Encontramos dos tipos:

  • Trastorno por dolor asociado a factores psicológicos: se cree que los factores psicológicos son la única fuente que influye en su desarrollo.
  • Trastorno por dolor asociado a factores psicológicos y a enfermedad médica: tanto los factores psicológicos como una enfermedad médica experimentada anteriormente desempeñan un papel importante en su desarrollo.
Este dolor puede ser agudo (duración menor a 6 meses) o grave (duración mayor a 6 meses)

Con respecto al tratamiento, los analgésicos no suelen funcionar con demasiada frecuencia (pudiendo desarrollar además efectos secundarios y adicción en las personas que lo consumen). Los síndromes de dolor crónicos de cualquier tipo se tratan con frecuencia con antidepresivos y psicoterapia (especialmente, terapia conductual cognitiva, la cual les ayuda a manejar el dolor)

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