Las personas que padecen el TAP pierden la noción de la importancia de las normal sociales, como son las leyes o los derechos individuales.
Las personas que sufren este trastorno sufren un mal de carácter psiquiátrico que les hace rehuir de las normas preestablecidas: no saben o no pueden adaptarse a ellas. Estas personas actúan por impulso para alcanzar lo que desean, cometiendo incluso delitos graves.
Síntomas
Se trata de un individuo frío, duro e insensible, ambicioso y agresivo, con baja tolerancia a la frustración. No se inhibe ante el peligro o el castigo. Descuida los derechos y el bienestar de los demás. Sus patrones cognitivos son rígidos e inflexibles, evita las emociones tiernas por considerarlos signos de debilidad
Este trastorno puede ser detectado a partir de los 18 años de edad, se estima que los síntomas y las características se desarrollan desde la adolescencia. Antes de los 15 años debe detectarse estos síntomas de forma menos acentuada
Causas
Se habla de variedad de factores que causan este TAP. Muchos son genéticos, pero también tiene especial importancia el entorno de la persona.
Los investigadores consideran que existen factores biológicos que pueden contribuir en su progreso. La manifestación de procesos químicos anormales en el sistema nervioso y posibles daños en las partes del cerebro que afectan a la toma de decisiones pueden llegar a provocar un comportamiento agresivo e impulsivo.
Otra causa puede ser el abuso de estupefacientes.
Tratamiento
Las personas con trastorno de personalidad antisocial no admiten que tienen un problema que debería ser tratado. Por ello, es muy importante que algo externo (la familia, la justicia...) les permita aceptar la situación.
La terapia grupal puede hacer entender a la persona que puede interactuar con los demás sin necesidad de usar la violencia o el desprecio.
La terapia de comportamiento cognitivo y la terapia de modificación pueden alterar los patrones problemáticos de pensamiento y a estimular los comportamientos positivos en sociedad.
Los medicamentos pueden usarse para combatir la agresividad y la irritabilidad. Los fármacos "antipsicóticos" han demostrado tener éxito en el tratamiento del trastorno.
He encontrado un artículo de una revista puertorriqueña en el que explica cómo se realizaron dos estudios. En uno de ellos se demostró que el inicio del comportamiento antisocial durante la niñez y la adolescencia no sólo se relaciona a la combinación de los factores de riesgo, sino también a procesos psicosociales. Y en el otro se replican los hallazgos previos, que sugieren la relación entre el TAP y el crimen, la delincuencia y la violencia de género.
Enlace: Revista puertorriqueña
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