lunes, 23 de marzo de 2015

Trastornos psicóticos: TRASTORNO PSICÓTICO COMPARTIDO (“folie à deux”)


Es un trastorno psicótico raro, en el que dos personas comparten los mismos delirios y alucinaciones. En general una de las dos personas tiene un trastorno psicótico, y la otra es una personalidad dependiente que mantiene una relación muy estrecha con el paciente psicótico.  

En la folie á deux pueden distinguirse dos tipos:
  • Folie imposée, en el que una persona dominante (conocida como 'primario', 'inductor' o 'principal') crea inicialmente una idea delirante durante un episodio psicótico y lo impone a otra persona o personas (conocida como 'secundario'). Se supone que el secundario no habría delirado si no hubiera interactuado con el inductor. Si los individuos son ingresados en el hospital de manera separada, las ideas delirantes de la persona inducida usualmente desaparecen sin necesidad de medicación.
  • Folie simultanée, en el que dos personas, que independientemente sufren de psicosis, influencian el contenido de las ideas delirantes de cada uno de ellos, de forma que se convierten en idénticas o muy similares.
La folie impuesta (aquella sobre la que se posee más información pues es la forma clínica más común) se presenta principalmente en las personas pertenecientes a los grupos socioeconómicos menos favorecidos, mayoritariamente en mujeres y como supondrán, un 90% de los casos ocurren a partir de lazos familiares (es más común entre hermanas que han convivido mucho tiempo y en los matrimonios). No obstante, siempre hay casos que rompen las reglas como el presentado por médicos del Instituto de Psiquiatría en Kanke, la India; donde el paciente comenzó a mostrar los primeros síntomas tan solo a los dos o tres meses de comenzar la convivencia con su pareja.


Otro de los "estereotipos" relacionados con la folie á deux hace referencia a que la persona inducida usualmente posee cierto nivel de retardo o retraso mental o presenta alguna discapacidad que le hace dependiente de la persona psicótica. Sin embargo, en los casos que se han recogido recientemente, este patrón ya no es tan claro e incluso la persona puede sucumbir ante las ideas delirantes de su pareja aún cuando mantiene una vida social relativamente activa porque la persona sana prefiere (evidentemente este proceso transcurre por debajo del nivel de conciencia) aceptar las ideas delirantes y descabelladas de su compañero antes que perder una relación que les reporta una gran satisfacción emocional.

 A continuación os adjunto una historia real de dos gemelas con este trastorno.

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